martes, 22 de septiembre de 2009

"Amante bandido", ese himno de paz

Miren, vamos a decir las cosas de una manera clara y sin pervertir la realidad: que un grupo de "artistas" quieran dar un multitudinario concierto en La Habana, con el supuesto objetivo de promover un mensaje de paz, sólo puede significar dos cosas. O bien esa gente está a favor de la dictadura castrista, o bien se la trae al pairo mientras ese concierto les ayude a fabricarse la imagen buenrrolista que tanto vende en ciertos sectores. Eso es lo que hay, y aquellas personas de bien que entendemos que no existen diferencias sustanciales entre dictaduras de un signo o de otro no nos vamos a callar ante tal atropello.

En esto que el casi ministro de Cultura, Miguel Bosé, publicaba el sábado en El País un artículo en el que defendía el concierto porque su "intención era dar un concierto por la paz". Digo yo que para dar un concierto por la paz en un país que no está en guerra, lo podría haber dado el señor Bosé en su casa y así se ahorraba el viaje. Pero no, lo da en Cuba. ¿Se atrevería a viajar a La Habana y dar un concierto por la democracia? Porque ese es el gran problema político de la isla, la libertad ciudadana secuestrada desde hace 50 años por los Castro, y 7 años antes por Fulgencio Batista. 57 años en total llevan los cubanos pisoteados, con su dignidad ciudadana reducida a la miseria por unos sucios arribistas que los tratan como a una masa informe de siervos a los que vampirizar. Ante ésto, Bosé y sus amigos prefieren mirar hacia otro lado y exigir "el derecho fundamental de los individuos a vivir en paz". Pues vale.

También tiene el cantante de "Los chicos no lloran" unas palabras de recuerdo para los exiliados por el régimen. ¿Unas palabras de apoyo y comprensión? No, que va; más bien de desprecio y demonización. "Las jóvenes generaciones cubanas que viven en Florida ya no pueden más de escuchar el mismo mensaje de rencor. Es un mensaje de dolor, de gente que sufrió con la revolución, y tienen todo el derecho a seguir con ese dolor, pero deberían permitir que las cosas evolucionen", dice este elemento. Luego a ver qué dice cuando le toquen el tema de la memoria histórica, con las fosas comunes y los exiliados que produjo otra dictadura, en este caso una menos del gusto de Víctor Manuel, su mujer, el ladrón y su amante bandido. ¿No les suena terriblemente familiar eso de equiparar a los represaliados con quienes toman las represalias? El pan nuestro de cada día con este proletkult que tenemos en España. Nunca querrá entender esta gente que ese dolor del que se habla en el artículo tiene un origen muy concreto, y que poner la otra mejilla sólo sirve para acomodar aún más a los Castro en su sillón.

Para terminar dejo la guinda del artículo: "Queremos que sea un concierto blanco. El resto es propaganda para todos y debemos evitarla". Claro que sí; la única salida para los que saben que se les ha visto el plumero a la hora de vendernos una ideología infecta. Semos apolíticos. Porque posicionarse sobre temas políticos es algo rancio y vil, especialmente cuando se trata de posicionarse a favor de las libertades individuales. ¿Y cómo piensa el clan de la ceja lograr la paz de manera apolítica? Porque con canciones (y menos aún con canciones como esas) no será. ¿Qué bando creen estos apolíticos, unos cuantos miembros de la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ, casualmente), que debería retirarse de la abstracta contienda? Una pregunta que queda respondida nada más saber en dónde pretendían celebrar el concierto. No en Miami, el hogar de los exiliados, sino en la Plaza de la Revolución de La Habana. En casa del dictador.

martes, 15 de septiembre de 2009

Un año dando la brasa

Pues eso, que este blog cumple su primer aniversario tras 364 días de no-cumpleaños. Tras el parón veraniego, vuelvo con energías renovadas para seguir repartiendo estopa entre nuestros politiquillos, no sin antes dar las gracias a todos mis lectores habituales, a los que sólo se pasan por aquí de vez en cuando, e incluso a los que sólo pasaron una vez y salieron echando pestes sobre mi estirpe. Al fin y al cabo, son ustedes los que han mantenido vivo el blog hasta esta primera efemérides.