jueves, 18 de septiembre de 2008

El Ministerio de Industria y los derechos humanos

Por segunda vez en menos de un año, el ministerio de industria le ha negado a Amnistía Internacional el certificado de interés público (exención de cómputo) para uno de sus videos. Sin ese certificado, la ONG tendría que pagar a los canales que emitieran el anuncio, ya que el canal debería emitirlo en la franja reservada a telepromociones y no en la reservada a mensajes divulgativos. El video en cuestión denuncia la violación de los derechos humanos en países como Egipto o Zimbabue, pero el ministerio dirigido por Miguel Sebastián alega que no tiene carácter benéfico ni es de servicio público. Con esto digo yo que se referirán a que no es un servicio público que les interese a ellos.

Lo mismo ocurrió a finales del año pasado con el spot "El poder de tu voz", en el que una voz en off leía artículos de la Declaración de Derechos Humanos mientras aparecían imágenes de diferentes líderes mundiales (Castro, Bush...) que supuestamente los violaban. El ministerio alegó entonces que el spot no pretendía fomentar el respeto a los derechos humanos, sino que sólo buscaba denunciar que unos líderes mundiales los violan y otros no, argumento endeble donde los haya (¿Para denunciar que Castro viola los derechos humanos hay que decir que Sarkozy también? ¿O cómo es eso?). Pero es que ahora ni siquiera han dado los motivos por los que no lo consideran de interés público. Ésto preocupa mucho a AI, que piensa que esta decisión puede sentar un peligroso precedente que dañe a la ONG, o incluso a todas las ONG.

¿Pero de qué va este gobierno? Es una de las hipocresías más grandes que yo he visto en política en mucho tiempo, teniendo en cuenta que el PSOE siempre utiliza como argumento en contra de la oposición que "están en contra de la ampliación de derechos". ¿Cómo va a ampliar derechos este gobierno si ni siquiera defiende los que ya existen? Para poner las cosas en su sitio, diré que la primera vez que se dio un caso así con un anuncio de AI fue en 2003 con el gobierno de Aznar. Pero aquí no se trata de ver quién es el malo. De lo que se trata es de que se haga justicia. La última campaña censurada se titula "Si nadie dice nada es como si no existiera". Y si los ciudadanos no protestamos ante abusos como éste, será como si no existieran.

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