lunes, 15 de septiembre de 2008

Desde cero

¿Es usted de derechas o de izquierdas? Tómese su tiempo para pensar. Bien, puede continuar. En la España que vivimos hoy en día parece difícil poder hablar de política sin antes haberse decidido por una de las dos opciones. ¿PP o PSOE? ¿El País o El Mundo? ¿Barça o Madrid? Hay que tener bien claro quienes son nuestros amigos, que merecen ser defendidos a ultranza, y quienes nuestros enemigos, sobre los que debemos saltar con las garras preparadas a la primera de cambio. Pero, ¿por qué esa necesidad de autodefinición? ¿No seríamos más felices pudiendo valorar lo bueno de unos y otros, cogiendo un poco de allí y un poco de allá? Decía Aristóteles que en el término medio está la virtud. Pero en España, visto el nivel de fracaso escolar y de cultura general, no nos gusta la filosofía. A nosotros nos van más los fanatismos.



Y yo me pregunto: ¿Qué es la izquierda y qué es la derecha? Antiguamente, la derecha era todo aquello que se alineaba con el poder establecido, pero hoy el poder lo gestiona un partido que se dice de izquierdas. La izquierda era lo que se oponía al poder buscando nuevos órdenes sociales, pero hoy a eso se le llama radicalismo. Tampoco nos sirve la vieja clasificación "la derecha son los ricos y la izquierda los obreros", porque hay de todo en todos partes (¿Y dónde quedarían las clases medias?). Hoy en día parece que la izquierda se autodefine progresista, como si buscar el progreso fuera cosa de un sólo bando. Lo que me lleva a la siguiente conclusión: la izquierda y la derecha no son nada. Son pura retórica, nada más que simples etiquetas reduccionistas pensadas para simplificar el mapa político hasta el punto de que el ciudadano no tenga que pararse a pensar sobre si una idea le parece buena o mala. Si soy de derechas, me gustará lo que diga la derecha. si soy de izquierdas, comulgaré con mis amigos de izquierdas. Bueno, comulgar no, que la izquierda es muy laica y la Iglesia es el Coco. Así, los partidos se aseguran que el pueblo no piense más de la cuenta, sólo cada 4 años. Cuando llegue el momento de decidir, no se fijarán en ideas, sino en caramelos electorales (cheques bebé, 400 euros...).



Pues yo digo que no. Ya estoy harto de que se me llame "facha" cuando contradigo a ZP y que se me llame "progre" cuando critico al PP. Yo creo en las libertades individuales, en la igualdad de todos los ciudadanos, en el respeto a los inmigrantes, en la tolerancia con los homosexuales, en la eutanasia, en el derecho a vivir, en el derribo de fronteras y la unidad naconal frente a los nacionalismos atomizadores. Ya me dirán ustedes, después de esa lista, si soy un facha o un progre, que yo soy incapaz de dilucidarlo. Hay quién dirá que tengo algunas ideas de derechas y algunas de izquierdas, pero yo prefiero decir que tengo mis propias ideas, que pueden coincidir puntualmente con las de otros. Y a lo que les animo desde aquí es a hacer lo mismo. En lo único en lo que merece la pena pensar igual que el resto es en que se debe pensar de manera distinta, aunque se llegue a las mismas conclusiones.



Como dicen en el anuncio: diga "no" al facilismo. No se puede dejar que nos lo den todo masticado. El libre albedrío es una de las más grandes cualidades del ser humano, la que nos ha hecho llegar a donde estamos. Úsenlo, que bastante le ha costado a la humanidad que se le reconozca ese derecho. Para eso abro este blog, para promocionar el saludable hábito de enfrentarse a la política sin prejuicios ni complejos. Empecemos a pensar desde cero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta tu primera entrada de blog. Por cierto, creo que eres Hernán, si me equivoco, tell me.
Igualmente, seas Hernán o no: me gusta bastante tu blog. Está bien tu primera entrada, estoy bastante de acuerdo con ella. Y ahora procedo a leerme todas. xD
Besitoss