jueves, 20 de enero de 2011

Carta al director de Público, sobre la LOREG

Cómo no cambiar una ley electoral
Cuando tras las elecciones generales de 2008 la insultante desproporcionalidad de nuestro sistema electoral empezó a ocupar titulares en los medios, se anunció la creación de una subcomisión en el Congreso para tratar el tema. Una vez aprobada la reforma de la LOREG, ha quedado demostrado que tal subcomisión sólo fue creada para simular que se hacía algo de cara a la opinión pública hasta que el tema saliera de la agenda mediática, y así no tener que cambiar lo fundamental. Tras las reforma, seguimos como estábamos: a PP y PSOE les basta con unos 40.000 votos para conseguir un escaño, mientras que IU necesita casi 500.000 y UPyD 300.000; mi voto a un partido minoritario de ámbito nacional en Santander vale menos que el del bilbaíno que vota PNV; sólo los nacionalistas pueden decidir mayorías aunque partidos como IU tengan más respaldo popular… Todo ello, pese a que Consejo de Estado proponía varias medidas para mejorar el sistema, con el resultado de que ha quedado como un órgano inútil que sólo sirve para derrochar dinero público en tiempos de crisis. ¿Hasta cuándo vamos a permitir que nos tomen el pelo?

7 comentarios:

betulo dijo...

LA DEMOCRACIA NO EXISTE; siempre tiene un apellido: representativa, censataria, orgánica... por que los seres humanos NO aomos perfectos, y todo sistema será perfectible.

Nuestro actualmente denostado sistema proporcional, es el anhelo de los británicos descontento con su sistema mayoritario; los que crean que con un sistema u otro se sienten más o menos perjudicados criticarán o alabarán según les toque. Y en su día muy alabado para frenar la vorágine de 400 partidos que se legalizaron en nuestra inexperta democracia.

El sitema mayoritario se aplica en las Elecciones Europeas y, mientras Izquierda Unida, con el 72% de votos que la coalición nacionalista, obtiene los mismos escaños ; UPyD, con el 48% obtiene la mitad de representación. Salen beneficiados ambos, de forma "injusta", pero no se pueden partir a las personas para ajustar los números. El sucesivo cambio de las reglas de juego democrático es propio de repúblicas bananeras, no de países serios y democracias consolidadas.

http://www.europarl.europa.eu/parliament/archive/elections2009/es/spain_es.html#ancre1

Anónimo dijo...

No será inútil quien le dice a quien gobierna cuáles son sus defectos, de manera pública, objetiva y clara, con propuestas de profundización democrática, dirigidas a proporcionar mayor igualdad para los ciudadanos, relacionadas con el valor real de su voto. Quienes han quedado retratados son los partidos que perderían cuota de poder y han considerado que "éste" (ni cualquier otro) es el momento adecuado para una reforma en esa dirección. Eliminad a los órganos independientes de los sistemas democráticos de partidos y sólo os quedarán los políticos y quienes defienden intereses particulares

Nidiestronisiniestro dijo...

Vamos a ver betulo: en España no se aplica el sistema mayoritario a ningún proceso electoral, más que nada porque el sistema mayoritario sólo suele usarse cuando las circunscripciones eligen un único diputado. Lo que se utiliza en las elecciones europeas es un sistema proporcional con circunscripción única, en el que también se aplica la ley D'hont.

"Nuestro actualmente denostado sistema proporcional" cumplió su función en su momento, pero ya tenemos una sociedad lo suficientemente madura como para respetar su decisión en las urnas. Evidentemente es imposible que el reparto de escaños sea totalmente proporcional, y cuantos menos escaños haya para repartir, menos proporcional será; pero sí se puede asegurar que la proporcionalidad de nuestro actual sistema es muy mejorable.

Por cierto, que ese sucesivo cambio de las reglas de juego democrático al que aludes no existe en este caso. El sistema electoral es el mismo desde la época preconstitucional.

Nidiestronisiniestro dijo...

Anónimo: los órganos consultivos sólo tienen sentido cuando quienes mandan prestan atención a sus dictámenes. Si no, su función pueden cumplirla igualmente los medios de comunicación, las asociaciones cívicas o incluso los partidos minoritarios. De todas formas, mi crítica no era tanto al Consejo de Estado como al Gobierno, que mantiene ese órgano como mero adorno sin tampoco atreverse a cerrarlo para no despertar antipatías en la opinión pública.

Falgarth dijo...

Varias cosas. Lo primero que lo de la reforma electoral debería ser una cueatión de Estado ahora mismo, y no los guantazos de no se quien en Murcia... Por supuesto, plenamente de acuerdo con lo que se exige en tu carta, Nidiestronisiniestro, aunque no entiendo bien como es que se la remites a "Público", un diario que ni está en tu linea ni guarda demasiada simpatía por UPyD...

Por otro lado, eliminar el Consejo de Estado no es tan sencillo como aprobar una ley. Aunque su función es meramente consultiva, también puede ocupar por ejemplo el poder ejecutivo en una situación análoga a la del 23-F. Además, algunos de sus miembros son electivos para otros organismos de decisión vinculante (lease Tribunal de Conflictos Jurisdiccionales o Tribunal Supremo). No es un escollo insalvable, pero tampoco es tan fácil como echarle el cierre...

Nidiestronisiniestro dijo...

De hecho, yo no estoy a favor de cerrar el Consejo de Estado. De lo que estoy a favor es de que se le haga caso...

betulo dijo...

Es verdad, se me había olvidado; pero no desvirtúa la idea general: no tiene sentido estar cambiando las reglas de juego de este sistema de democracia imperfecta según intereses particulares. Aquí citabas la injusticia, perjudicial recibida por dos opciones en una convocatoria electoral, mientras en la otra la injusticia es beneficiosa.

No hay que olvidar que uno de los colapsos de la democracia durante la II República era el sistema electoral. Precisamente el sistema proporcional va dirigido a homogeneizar más a todos los ciudadanos; pues las naciones, además de por ciudadanos, están conformadas en unos territorios; y, así, se pretende equilibrar la desigualdad territorial de la densidad poblacional.

No soy partidario de listas abiertas, pues soy del parecer que acabaríamos gobernados por MEDIOCRES, la mierda siempre flota, que al no posicionarse claramente por ninguna opción no se crean enenmigos ni partidarios y al ir dentro de unas siglas salen beneficiados. Quizás si soy partidario de circunscripciones más pequeñas y sistema mayoritario donde el representante elegido lo es de ESOS ciudadanos; pues "nuestros" representantes democráticos actuales sólo se saben representantes de las siglas por las que se presentaron.