domingo, 23 de enero de 2011

Rajoy con mechas rubias

Algo estaremos haciendo bien. El PP, el partido al que todas las encuestas dan como ganador de las próximas elecciones generales con mayoría absoluta, nos está copiando las propuestas a nosotros, al partido que sólo tiene una diputada. La cosa viene ya de lejos, como muy bien contaba nuestra candidata a la Presidencia de Aragón, pero ha adquirido una relevancia inusitada justo ahora que se acercan las municipales y el PP está en su mejor momento en cuanto a perspectivas electorales.

En lo que llevamos de mes, el PP ya ha anunciado 3 propuestas defendidas desde hace tiempo por UPyD. La primera, la recuperación de competencias por parte del Estado central. De ésta ya se han desdicho, lo que va más en consonancia con su voto en contra en el Congreso cuando Rosa Díez lo propuso. Todo lo contrario que su actual defensa del recorte del gasto autonómico, que antes rechazaron y ahora apoyan esgrimiendo, casualmente, las mismas cifras que el estudio de UPyD (26.000 millones de sobrecoste). Pero si hay un caso especialmente sangrante es su actual propuesta estrella, gran protagonista de su convención nacional de ayer: la eliminación de los privilegios de los parlamentarios en cuanto a las pensiones. Rechazada dos veces por la mesa del Congreso, ahora la han convertido su principal arma electoral.

Conste que yo no tengo nada en contra de que el PP se sume a nuestras iniciativas. Al contrario. Yo creo que si lo hubieran hecho antes UPyD no sería necesario y nos podríamos ir todos a casa a disfrutar de la vida. Lo que no se puede admitir desde ninguna perspectiva ética es que las rechacen cuando nosotros las presentamos para poder apropiárselas tiempo después, atribuyéndose todo el mérito. Por un lado, dicen que somos demagogos e innecesarios, por el otro, vampirizan nuestras ideas más mediáticas. Un claro ejemplo de la prostitución política que viven en nuestro país los partidos tradicionales.

Quién sabe. Quizá dentro de poco los asesores de imagen del PP nos sorprendan con un Rajoy coqueto con mechas rubias y luciendo diseños de Ion Fiz. De todas formas, yo le animo a unirse a UPyD. No le garantizamos un cargo ni su inclusión en las listas electorales, pero podrá trabajar cuanto quiera por el bien de los ciudadanos sin necesidad de malas artes políticas. Aunque claro, no sé hasta qué punto ese es su objetivo.

2 comentarios:

betulo dijo...

¡Pues no puedo menos que felicitaros! UPyD es un lobby de presión que consigue hacer triunfar sus propuestas a opciones viables de gobierno.

Por que la política es el arte del buen gobernar; y así como un adolescente, sin responabilidades en una familia, tiene propuestas muy audaces y poco concretas que en principio parecen inviables; y, que con algo de serenidad y estudio pueden concretarse y asumirse en la familia, en el país suele ocurrir lo mismo. Cuando uno no tiene que cargar con la responsabilidad de llevarlo a cabo se le calienta la boca, y liberado de ese freno puede decir muchas cosas; ¡qué bueno para el bien común, pues de eso trata la política, que esas "irresponsabilidades" lleguen a considerarse. No entiendo por qué hay que lamentarse.

Si hubieran más lobby's de presión/opinión, las maquinarias de los partidos de reducirían; serían más baratos, y habría más dinero productivo de las ingentes cantidades que ahora reciben los partidos.

P.D.- No voto al PP; pero reconozco que en su seno tiene cabida un gran espectro ideológico que, dependiendo de los grupos que ostenten la dirección, o éxito al defender las propuestas, hagan variar la línea política. Por ejemplo; Mayor Oreja y Rosa Díez, pese a su colaboracionismo con el PNV de antaño, coinciden en el tema autonómico; pero discrepan en el Derecho a la Vida.

Nidiestronisiniestro dijo...

El problema está en que el PP demuestra ser un partido carente de toda ética, al rechazar propuestas de UPyD para luego hacerlas pasar por suyas, haciendo creer a los ciudadanos que UPyD no consigue nada y cortando su crecimiento. Y si UPyD no crece, no podrá cumplir con su proyecto político,y lo realmente importante seguirá como hasta ahora.

Y oiga, no, UPyD no es un lobby de presión. No confunda la presión con la oposición.