miércoles, 25 de febrero de 2009

La esquizofrenia lingüística del PSdeG

Tras las mágicas declaraciones de Pepiño de hace un par de semanas, el PSdeG sigue haciéndose la pichiña un lío en materia de lengua. Dice Touriño que no gobernará a cualquier precio ni pasará por el aro de imposiciones lingüísticas ni dogmáticas, "porque las lenguas ni se prohíben ni se imponen, se aman, se aprecian y se valoran, porque son instrumentos de unidad". Yo no sé a qué espera este hombre, y el partido al que lidera, para firmar el Manifiesto por la Lengua Común, ya que comparten la misma idea central. Lo curioso es que no tiene ninguna propuesta concreta en materia lingüística, aunque puede ser que yo no la haya encontrado, puesto que su programa electoral sólo está redactado en gallego (y en su derecho están). Qué quieren que les diga, a mí me trae a la cabeza aquellas declaraciones de Zapatero cuando decía que "firmaría un manifiesto que defendiera el castellano y el resto de las lenguas". Otro que no sé cómo no ha firmado todavía el mencionado documento.

¿No les recuerda a algo? Quizá a cierto partido que anda más ocupado últimamente en temas judiciales que en explicar a los ciudadanos vascos y gallegos lo que proponen, si es que proponen algo. La siempre de moda táctica de jugar a ser nacionalistas, pero poco, cuando conviene, y a distanciarse de sus socios de gobierno (nacionalistas, claro) cuando es necesario. Todo sea por confundir al electorado y sacar votos de donde sea. Yo ya no pido que esta gente diga algo con sentido, porque no puede, pero por lo menos que digan lo mismo a todas horas y en todas partes. Coherencia, aunque sea para decir estupideces.

España y, por extensión, Galicia, sufre un mal endémico: el apoltronamiento de los políticos. Deben ser muy cómodas esas sillas de diseño de dos mil euros la unidad que compró Touriño, porque nadie las quiere abandonar. No digamos ya un escaño. Y quizá gran parte de la culpa la tengamos los ciudadanos, siempre resignándonos a lo malo conocido. Es posible que la única solución al apoltronamiento de los que nos desmandan sea la valentía de los ciudadanos. Que, de una vez, nos atrevamos a escoger la opción que puede traer un verdadero aire nuevo a nuestra política. A votar a gusto. Y ya saben a dónde quiero llegar.

PD: últimamente he estado poco prolífico. Entre que he estado de exámenes (bien, gracias), y que mi ordenador está gravemente enfermo, ni más ni menos que en coma, no creo que pueda publicar con regularidad. El Oscar a Sean Penn y su hipócrita discurso sobre el matrimonio homosexual han hecho el resto, porque no sé escribir invadido por la ira.

3 comentarios:

Ciudadano Quien dijo...

Los dos grandes partidos ¿nacionales? se mueven a golpe de encuesta. Acomodando su programa a las personas a las que lo dirigen.

Es curioso que tanto PP y PSOE empiecen ahora a cambiar el discurso sobre la normalización lingüística en Galicia. Cuando fue una ley aprobada por unos y aplicada por los otros. ¿Tendrá algo que ver UPyD en este cambio de discurso? Puede que ambos partidos estén viendo que por ahí se les pueden ir votos que consideran suyos.

Nos leemos

Anónimo dijo...

Hombre, Nidiestro, que se te echa de menos! Sigue escribiendo y no lo dejes.

Por cierto, cuando me acuerdo de lo de Sean Penn, se me agolpan las ideas en la cabeza con tal virulencia, que sólo soy capaz de decir: OCCIDENTE SE VIENE ABAJO.

Por supuesto, creo que vamos a ver, o nuestros hijos, nuevos totalitarismos.

Nidiestronisiniestro dijo...

Pues si fuera por Sean Penn veríamos un totalitarismo muy concreto, la Cuba de su amigo Fidel. Ahora que le cuente a él su discursito sobre el matrimonio homosexual. ¡Mariconsón!