miércoles, 1 de octubre de 2008

Identidades, pueblos, lenguas y ciudadanos

Mucho se ha hablado los últimos meses, sobre todo a raíz del Manifiesto por la Lengua Común, de la lengua como valor cultural y como seña de identidad de los pueblos. Galeuscat contraatacó lanzando un manifiesto en el que exigía el reconocimiento de la realidad (o lo que les gustaría que fuera la realidad, más bien) plurinacional del estado español, así como de la realidad (ésta sí) plurilingüe española para hacer posible la convivencia. Y los políticos nacionalistas, en especial los catalanes, defendían sus respectivas lenguas cooficiales como una parte esencial de la identidad de sus pueblos. Es posible que una lengua sea parte de la identidad de un pueblo (como mínimo, es un importante valor cultural), pero no está tan claro que una administración pública tenga la competencia de preservar ninguna identidad.

Y es que, lenguas aparte, la identidad es algo que no le pertenece a los políticos, sino a los ciudadanos. Lo que sí deben hacer los políticos es garantizar la libertad del pueblo para que éste conforme su propia identidad, y es justo contra ésto contra lo que atentan las imposiciones lingüísticas en las comunidades autónomas. Fíjense que si nos ponemos a recuperar identidades perdidas, la Iglesia podría alegar que el catolicismo ha sido históricamente un elemento clave de la identidad española. Y no sólo eso, sino que la imposición lingüística como medio para fortalecer las lenguas más debilitadas por el franquismo haría justificable la imposición del catolicismo durante el régimen, ya que la Iglesia y los católicos fueron duramente perseguidos durante la II República. Pero la mayoría de los defensores de la "normalización" lingüística son profundamente antifranquistas y acérrimos defensores del laicismo. Y yo aclararé que, como ateo antifranquista que soy, no acepto imposiciones culturales de ningún tipo.

Y es que la demagogia es un arma de doble filo. Aquellos que utilizan el franquismo como argumento para conseguir sus reclamaciones, al final acaban siendo tan totalitarios como el Caudillo. Y eso les lleva a criticar a Pau Gasol, que el pobre no se mete para nada en política, por decir que se siente español, como si un español en Barcelona fuera un catalán de segunda. Yo no es que esté en contra de los partidos nacionalistas por el mero hecho de ser nacionalistas, sino porque la mayoría de ellos no dejan de reivindicar recortes en las libertades individuales para recrear la realidad a su gusto. Menos preocupación por la identidad de los pueblos, y un poco más por los derechos de los ciudadanos.

5 comentarios:

candidato 18 dijo...

buenas!

te agrego. un placer ver como aumenta la red de blogs "amigos" de upyd

un abrazo

Apostata dijo...

Estimado Nidiestronisiniestro.

Lo que usted pide es un milagro. Un ciudadano libre es un elemento nocivo, incontrolable, y cuya voto individual no serviría ni para sacar un concejal de pedanía. Un pueblo es sinembargo un invento político fabuloso. Miles ¡Millones! de voluntades arrediladas bajo una misma consigna.

Nada, nada. A las cuentas del collar hay que ensartarlas con algo, que si no se desparraman y luego no hay quien las luzca.

Nidiestronisiniestro dijo...

Estimado apostata:

Es una manera de verlo, pero yo creo que tanta identidad y tantos derechos de los pueblos no son más que instrumentos de manipulación ciudadana. Quien quiera permitir que otros instrumentalicen su identidad para sus propios fines, adelante, pues su identidad es suya y hará con ella lo que quiera, incluso prestarla.

Eso sí, lo de " Un ciudadano libre es un elemento nocivo" no lo acepto. Ya va siendo hora de darnos cuenta de una vez por todas de que las personas no son borregos que necesitan ser guiados al redil. Cada persona se guía a sí misma, y sabe en que redil debe meterse para beneficiarse a sí mismo sin perjudicar los intereses comunes. Pensar lo contrario lleva al totalitarismo.

Apostata dijo...

Doy por supuesto que ha captado usted la ironía de todo lo que dije, y paso a felicitarle por su blog, como tan justamente solicita en las indicaciones sobre los comentarios. Basicamente comparto las ideas que usted expone en sus entradas, que son las mismas que yo trato de exponer en mi modesta bitácora.

Ánimo, adelante y a por ellos, que no son tantos como dicen ser ¡pero están tan agarrados los jodíos a los despachos!

Nidiestronisiniestro dijo...

Bueno, pues en realidad no llegue a captar su ironía (a mí las finuras se me escapan), pero me disculpo por haberle entendido mal.

¿Modesta bitácora? Para nada. Ya quisieran los redactores de los discursos de Rajoy y Zapatero tener ese don palabra :)